Un benchmark, en informática, es una prueba de rendimiento. Se trata de una técnica enfocada a medir el rendimiento del sistema; es decir, del conjunto de componentes de hardware, y en relación al software que se utiliza; y normalmente, este tipo de pruebas se ejecutan para hacer una comparativa con respecto a otros dispositivos móviles. La finalidad es tener datos objetivos sobre las prestaciones del equipo.
Existen diferentes tipos de pruebas de rendimiento, o de pruebas tipo benchmark, pero la mayoría de ellas llevan a cabo un análisis sobre cada uno de los componentes de hardware del sistema. Es decir, que se prueba el rendimiento de la CPU, de la memoria RAM, de la GPU y del sistema de almacenamiento o de la pantalla –entre otros- para obtener puntuaciones objetivas. Y más adelante, cuando se completa la prueba puntual sobre cada componente, se resume el resultado en una puntuación media del conjunto. Así es más sencillo comparar el rendimiento de un dispositivo con respecto a otros que están disponibles en el mercado.
La evolución de los benchmark o pruebas de rendimiento en móviles
Anteriormente, las pruebas de rendimiento se limitaban a controlar el tiempo de proceso necesario para la ejecución de un programa. Más adelante, sin embargo, los benchmark han ido evolucionando. A estas alturas existen diversidad de arquitecturas, situaciones y compiladores; y ahora, los benchmark son capaces de ejecutar tareas mucho más complejas y tareas con la finalidad de conocer el rendimiento real y objetivo de cualquier sistema.
Los benchmark se llevan a cabo con aplicaciones específicas, y pueden ser única y exclusivamente para la plataforma Android, o multiplataforma. Estos últimos son, evidentemente, los que permiten comparar el rendimiento de un dispositivo móvil Android con teléfonos inteligentes iPhone de Apple. Entre las apps más conocidas para hacer benchmark están Antutu Benchmark, Geekbench. PCMark for Android, GFXBench Benchmark y otras que están enfocadas al rendimiento gráfico como, por ejemplo, 3DMark o Antutu 3DBench.
Al ejecutar una de estas pruebas de rendimiento, se recomienda mantener todas las aplicaciones cerradas y sin procesos en ejecución en segundo plano. Y mientras dure la ejecución del benchmark, es recomendable tener el dispositivo conectado a la red de carga, y con la pantalla encendida, pero sin ejecutar ningún tipo de actividad sobre el mismo para dejar que los componentes trabajen al máximo rendimiento. Mantener la conectividad desactivada puede ayudar a que el dispositivo se ‘centre’ únicamente en el benchmark.