Así serán los smartphones del futuro

Cada año que pasa los smartphones estrenan algunas innovaciones. En 2018 hemos visto tendencias como las pantallas 18:9, las carcasas de cristal, o el reconocimiento facial. Pero si echamos la vista atrás, los smartphones no han evolucionado tanto desde que Steve Jobs cambió el mundo en 2007 cuando presentó el primer iPhone. ¿Cómo serán los smartphones del futuro?

No caeremos en el error que comete siempre el cine, la literatura o los videojuegos. En los años 40 y 50 del pasado siglo se imaginaban un año 2000 en donde viajábamos en coches voladores o nos íbamos de vacaciones a Marte, como el que se va a pasar el fin de semana a Benidorm. Nada de eso ha ocurrido. La Humanidad evoluciona más despacio que la imaginación de los escritores y cineastas. Los smarphones del futuro quizá no serán tan diferentes a los de ahora, aunque ya se avecinan cambios importantes que puedes alterar su aspecto y uso.

Vamos intentar adivinar cómo serán los smartphones del futuro, en base a los datos que conocemos. Tanto a corto plazo, con tendencias ya desveladas como las pantallas plegables o la Inteligencia Artificial, como más a largo plazo, con tecnologías en fase de pruebas.

Los últimos smartphones de la década

Quedan menos de dos años para llegar a 2020. ¡Si parece que fue ayer cuando se acababa el mundo con el famoso Efecto 2000! Hoy en día podemos pronosticar cómo serán los smartphones de los próximos dos años, sin fallar demasiado.

La inteligencia artificial, las pantallas plegables o la conexión 5G, están listas para llegar a nuestros smartphones en 2019 y 2020.

Pantallas plegables, el móvil y la tablet se fusionan

Llevamos años viendo prototipos de móviles con pantallas plegables. Esta foto de Samsung es de 2012:

Y ésta de 2013:

Pero una cosa es un modelo de prueba completamente funcional, y otra fabricar ese modelo a escala industrial, y a un coste asumible. Las pantallas plegables ya son una realidad desde hace unos meses, pero en su versión más básica y tramposa. No son pantallas plegables en el sentido de que se doblan, sino dos pantallas giratorias que funcionan juntas. Vamos, como una consola 3DS de toda la vida...

Es el caso del móvil ZTE Axon M, equipado con dos pantallas plegables que se pueden fundir en una sola. Plegadas ocupan poco más que un móvil convencional, pero cuando las despliegas obtienes una superficie de pantalla de 6,75 pulgadas, uno de los móviles más grandes del mundo:

También parece inminente el lanzamiento de un nuevo móvil / tablet plegable de Microsoft, con un funcionamiento similar, pero con una verdadera pantalla plegable que se convierte en una sola cuando se despliega:

La principal aportación de este tipo de dispositivos, es que pueden usarse tanto en modo móvil como en modo tablet .

Pero los smartphones del futuro no usarán este tipo de pantallas, sino las verdaderas pantallas flexibles, que se doblan y retuercen como el papel. Las vemos desde hace años en las ferias de tecnología, pero no acaban de llegar. Esta es una pantalla flexible el Doogee V, el móvil flexible que pudimos ver en el MWC 2018:

Huawei, el Samsung Galaxy X, e incluso el nuevo iPhone de Apple para 2019, podrían tener pantallas flexibles, según los rumores de los últimos meses. Apple ha invertido 2.900 millones de dólares en paneles de LG, y se dice que tendrá panales OLED plegables disponibles para el año que viene.

No sabemos si tardarán un año, o cinco, pero parece obvio que los móviles del futuro se podrán plegar, doblar y moldear como una hoja de papel.

Inteligencia Artificial

Jugamos sobre seguro si afirmamos que la inteligencia artificial será una de las características básicas de los smartphones del futuro. Ya lo hemos visto este año.

Actualmente existen tres tipos de inteligencia artificial implantada en los móviles. Por un lado está la inteligencia artificial estándar, que consiste en actuar en función de una gran cantidad de datos. En general la inteligencia artificial ofrece las mismas respuestas ante un mismo problema. Se usa para tareas sencillas como recomendar un restaurante según anteriores elecciones del usuario, su ubicación o su agenda.

El Machine Learning o Aprendizaje Automático permite a un dispositivo aprender de sus errores. Cuando falla en una acción, la próxima vez que ocurre ofrece una solución diferente, hasta que acierta. No comete los mismos errores, aunque puede cometer otros nuevos. Los móviles usan el Machine Learning para tareas como identificar personas y objetos en una foto, para el reconocimiento facial.

Por último, el Deep Learning o Aprendizaje Profundo, es la forma más avanzada que actualmente tiene la Inteligencia Artificial. Es como el Machine Learning, pero con la capacidad de tomar decisiones en función de los datos. Los asistentes virtuales de los móviles usan el Deep Learning para aprender las costumbres del usuario y hacerle recomendaciones en función de ellas.

En 2018, la Inteligencia Artificial se usa cuando es necesario analizar datos y existe una gran base de datos para comparar. Como hemos visto, para identificar objetos y personas dentro de las fotos, o para recomendar restaurantes o películas. También la emplean las apps para ofrecer funciones avanzadas en tareas en donde los datos cambian. Por ejemplo, hoy en día muchos móviles pueden hacer el efecto Boken (difuminar el fondo de una foto) con un solo sensor, usando la inteligencia artificial, cuando normalmente se necesitan dos sensores (uno enfoca a la persona y otro al fondo, y el segundo se difumina).

Por último, también la usan los asistentes personales como Siri o el Asistente de Google, para ofrecer respuestas más humanas, reconocer apodos y parentescos. Ya son capaces de entender órdenes como "Llama a mi padre y dile que su nieto va a comer mañana".

¿Cómo evolucionará la Inteligencia Artificial en los smartphones del futuro?

La cara más visible serán los asistentes virtuales. Podremos mantener conversaciones reales con ellos, y no los podremos distinguir de un humano. Es algo que ya está pasando. En la conferencia Google I/O el CEO de Google, Sundar Pichai, presentó Google Duplex, una función de su asistente que puede hacer llamadas por tí. En este vídeo puedes ver cómo el asistente llama a un restaurante y a una peluquería, y los interlocutores no se dieron cuenta de que hablaban con una inteligencia artificial:

En los smartphones del futuro podremos usar los asistentes virtuales para reducir la dependencia del teclado, comprar, programar tareas, ajustar la agenda, o pedir que les cuente un cuento a los niños.

Incluso serán capaces de entender nuestras emociones . Huawei ya está trabajando en ello. No te molestará si te nota enfadado o concentrado, o intentará animarte si estás triste. Será nuestro psicólogo, nuestro confidente... y nuestro amigo.

Tendremos inteligencias artificiales que debaten con humanos en los programas televisivos, que juegan a eSports mejor que nosotros, o que inventan historias, escriben libros o ruedan películas y series de televisión.

Los robots inteligentes de las películas de ciencia-ficción, están a punto de hacerse realidad. Pero antes tendrán que resolver el problema de los idiomas. Son casi humanos, sí, pero solo hablando inglés. En el resto de idiomas, no son tan listos. Es una cuestión de tiempo y dinero para entrenarlos.

La IA también va a alargar la vida y mejorar el rendimiento de nuestros móviles . Será capaz de ajustar el consumo de batería y la velocidad de los chips en función del uso, gestionando la disipación del calor.

Veremos también como la Inteligencia Artificial soluciona problemas hasta ahora irresolubles. Sera capaz de corregir las fotos y los vídeos borrosos y movidos, ajusta la luz y el enfoque a posteriori, e incluso, como ya ha conseguido NVIDIA, eliminar el ruido de las fotos:

La IA también evitará muchos de los errores que cometamos. Se negará a borrar ficheros críticos que hemos eliminado sin darnos cuenta, evitará que llames sin querer a una persona a las 3 de la mañana, nos regañará por conducir demasiado rápido, o nos recordará que no hemos cerrado la puerta con llave cuando salimos de casa.

Todas las tareas de mantenimiento y organización que ahora realizamos de forma manual, correrán a cargo de la IA. Aprenderá cómo nos gusta ordenar las fotos o la música, y lo hará automáticamente. Borrará fotos repetidas, responderá emails y mensajes de WhatsApp automáticamente, y hará la lista de la compra por nosotros.

Pero también tendrá funciones mucho más complejas, como gestionar nuestra economía y llevar el control de nuestros gastos, aplazar pagos y adelantar otros, perdir automáticamente comida o artículos de uso cotidiano a las tiendas, o gestionar una reparación con el servicio de atención al cliente de una marca. De hecho, las conversaciones máquina-con-máquina serán habituales en los próximos años.

Pixabay

La IA será de gran ayuda en muchos casos, pero también generará enormes polémicas. En China el gobierno está utilizando la IA para reconocer a personas que usan el metro o pasean por la calle. Basta un simple foto robada en la calle para obtener al instante tu identidad en Facebook, Google, LinkedId, y otras redes sociales. Nuestra privacidad va a ser destruida por la Inteligencia Artificial , y habrá que decidir hasta donde queremos que llegue. Si es que nos dejan decidir...

Otro aspecto a considerar será la influencia de la IA en nuestras capacidades . Si puede hacer casi todo por nosotros, si puede convertirse en nuestro asesor, confidente y amigo... ¿Nos convertirá en unos inválidos intelectuales y sociales? ¿Acaso no comenzamos a serlo ya?

La conexión 5G

Otra novedad tecnológica que disfrutaremos a partir de 2020 en los smartphones del futuro, será la conexión 5G. Enseguida se la ha bautizado con el nombre de la Red Gigabit, enfatizando que será entre 5 y 10 veces más rápida que la conexión 4G , con velocidades a partir de 1 Gbps, aunque ahora mismo llegan a los 6 Gbps. Y eso es cierto, pero no es lo más importante de esta nueva tecnología.

"La transición al 5G será similar a la llegada de la electricidad", resumía meses atrás Cristiano Amon, vicepresidente de tecnología de Qualcomm, uno de los gigantes tecnológicos que lidera la carrera del 5G. "Cuando todo esté conectado, no solo tu smartphone o tu tablet, asumiremos que la conectividad estará ahí presente de la misma manera que entendemos que tenemos la electricidad a nuestro alcance en cualquier sitio", sentenciaba.

La mayor velocidad agilizará las tareas actuales. Podremos disfrutar de vídeo 4K con la misma rapidez que ahora accedemos a vídeo 1080p en el móvil. Tareas como descargar apps y juegos en segundos, o mantener videoconferencias con una docena de personas al mismo tiempo, serán una realidad.

La mayor velocidad abrirá las puertas a experiencias que ya conocíamos, pero que hasta ahora eran imposibles de llevar a cabo en un móvil, por su lenta conexión: realidad virtual en tiempo real, juego online con cientos de jugadores, intercambio de ficheros de forma instantánea, proyectos remotos en equipo, y mucho más. Igual de importante, el mayor ancho de banda permitirá añadir más capas de seguridad a las conexiones.

Pero la conexión 5G irá mucho más allá que un simple aumento de velocidad. Otros dos puntos clave serán decisivos para, literalmente, cambiar el mundo: la baja latencia, y las múltiples conexiones simultáneas.

La baja latencia significa que las acciones que llevemos a cabo a través de Internet, tendrán una respuesta instantánea en el destino. Es lo que se llama servicios de misión críticos. Esto permitirá, por ejemplo, a un cirujano operar de forma remota a una persona que está en la otra punta del mundo, y sus acciones se reflejarán al instante, no habrá un retardo como ocurre ahora. Una auténtica Internet Táctil que consiste en ver, escuchar y manipular objetos de manera remota.

Se podrá controlar un drón de forma remota y precisa, y los coches autónomos se comunicará entre sí al instante, reaccionando mucho mejor a los imprevistos. Las redes de semáforos podrá ajustar las luces en tiempo real según el tráfico, en lugar de seguir una rutina fija. La baja latencia también beneficiará a los juegos online, juego en la nube, y a cualquier tarea que exija una cadena de acción / reacción instantánea.

Finalmente, las multiples conexiones simultáneas significa que en lugar de conectar tres o cuatros dispositivos a tu red WiFi al mismo tiempo, podrás conectar 30 o 40. Las implicaciones de esto, serán revolucionarias. Internet de las Cosas, convertido en realidad. Literalmente todos los objetos de tu casa, desde la alarma al termostato, los altavoces, el microondas, las luces o la nevera, estarán conectados a Internet al mismo tiempo, y los podremos controlar desde el móvil. A un nivel global, hablamos de farolas, semáforos, escaparates de las tiendas, ordenadores de empresas, miles de dispositivos conectados a una misma red al mismo tiempo, sin cuellos de botella, y con baja latencia.

Una revolución aún mayor es que estas máquinas del Internet de las cosas se comunicarán entre sí sin intervención humana y, gracias a la inteligencia artificial, tomar decisiones por su cuenta. El asistente del móvil, en función de la agenda del día, le preguntará al termostato qué temperatura hace, y lo programará para calentar la casa antes de que llegue el dueño. Como ha visto que ha tenido tres reuniones y seguramente estará cansado, le ha pedido al altavoz que ponga música relajante. Le ha preguntado al frigorífico si quedaban lechuga y tomates, y como le ha dicho que sí, le ha propuesto a su jefe que cene una ensalada ligera.

La conexión 5G va a cambiar (otra vez) la forma de relacionarnos con la tecnología, y esta nueva relación no va a ser fácil de asimilar.

Aunque oficialmente se estrenará en 2020, ya está en marcha la carrera para ser los primeros. En España ya se ha iniciado (con un parón posterior) la primera subasta del espectro 5G, con un precio de salida de 100 millones de euros. Telefónica ya está probando su red 4.9G en Segovia en un Samsung Galaxy S9, en donde ha alcanzado velocidades de 1 Gbps. Helio M70, el primer módem 5G de Mediatek, estará montando en los smartphones en 2019. Y Finlandia se ha convertido en el primer país del mundo en montar una red comercial 5G.

La conexión 5G será la gasolina que necesita la Inteligencia artificial y el Big Data para conquistar el mundo. Y no todo serán consecuencias positivas. Más de 800 millones de puestos de trabajo podrían ser sustituidos por máquinas, en el año 2030.

Más carga rápida... y carga solar

No se puede hablar del futuro de los smartphones sin mencionar su Talón de Aquiles: la batería. Un móvil es un dispositivos maravilloso... pero solo si la batería tiene carga.

Tenemos la sensación de que las baterías de los móviles no han evolucionado, pues hace una década apenas aguantaban un día, y en 2018... también. Pero no nos engañemos, los móviles de ahora son 20 veces más potentes que los de antes, y más finos. Las baterías si han mejorado: una batería de 2008 no aguantaría ni una hora en un móvil actual.

Pixabay

El problema es que los móviles son cada vez más potentes, y por otro lado la tecnología de fabricación de baterías tampoco puede mejorar mucho.

Existen muchos prototipos que duran varios días, pero no son viables cuando hay que fabricar cientos de millones. Así que es poco probable que veamos una mejora de la autonomía de los móviles a corto plazo, salvo que cambie la tecnología de las baterías. Lo que si veremos será mejoras en la carga rápida. En un futuro próximo, podremos cargar el móvil en cuestión de minutos.

También, cada vez más móviles incluirán la carga inalámbrica.

Una tendencia que nos ahorrará muchos problemas, será la carga solar. Se está trabajando en baterías de móvil que pueden cargarse con el sol. Ya existe algunos, como esta edición especial del iPhone X con batería solar que le regalaron a Elon Musk...:

O la batería infinita de Ossia, que no se agota nunca porque se carga a través de ondas en el aire. Aquí puedes ver una demostración:

Será un gran alivio librarnos del cargador.

Otras ideas que se están probando son la recarga por movimiento (mientras andamos) o por fricción, al caminar por la acera con un determinado calzado. Conceptos como los supercapacitadores, que se cargan en segundos y duran días, parecen lejanos a nivel comercial.

Biometría y privacidad

Seguramente la novedad tecnológica más polémica que han estrenado los smartphones en los últimos años, ha sido los sensores biométricos. Lectores de huellas, medidores del ritmo cardíaco, detectores de enfermedades, reconocimiento facial... Tecnología que, en su mayor parte, nadie ha pedido, y que para funcionar requiere violar gravemente nuestra privacidad. ¿Realmente nos ayuda, o es solo un gimmick comercial para crearnos una necesidad, vendernos nuevos smartphones y recopilar datos privados para el Big Data?

Es cierto que los lectores de huellas son muy cómodos y más rápidos que introducir una contraseña o un patrón de desbloqueo pero, ¿es más rápido y más cómodo el reconocimiento facial? Objetivamente, no.

Hace cuatro años Apple, Samsung, y otras nos quisieron vender el boom de los sensores de pulsos, los contadores de pasos y las apps médicas. Ahora ningún fabricante de móviles se acuerda de ellas. ¿Es que ya no interesan?

Es dífícil predecir qué sensores incluirán los smartphones del futuro. El sensor de huellas era lo más trending hace un año, y Apple lo eliminó del iPhone X. Ahora apuesta por el reconocimiento facial, que ha sido copiado por fabricantes de Android que aún creen que copiar lo que hace Apple es una buena decisión comercial. Hace una década, sí. Ya no. Es un hecho que a mucha gente no le gusta que una cámara le esté grabando continuamente su cara. Se siente incómoda. Se demostró con el fracaso de Google Glass, en donde sus usuarios sufrían agresiones de gente que creía que estaba siendo espiada.

Lo móviles del futuro tendrán sensores biométricos para desbloquearlo y otros para demostrar nuestra identidad a la hora de pagar u operar en Internet. Pero es obvio que la llave tendrá que ser algo más impersonal que nuestro rostro. ¿La voz? ¿Los sonidos de nuestro cuerpo? ¿Las microvenas de las manos? Son sistemas que están en estudio.

Si qué veremos más sensores externos: Apple está trabajando con sensores que miden la temperatura y la polución del aire.

Realidad Aumentada y Virtual

No puede decirse que la Realidad Aumentada y Virtual sean tecnologías modernas, ya que llevan con nosotros más de 30 años. Pero solo ahora pueden generarse en tiempo real y con la suficiente calidad gráfica, para resultar útil.

Apple es una clara defensora de la Realidad Aumentada, y está convencida de que será una revolución. Google se ha subido al carro con ARCore.

Es cierto que tiene infinitas aplicaciones educativas, médicas y comerciales. En Zara pronto podrás ver cómo te queda la ropa sin probártela gracias a la realidad aumentada, y es muy espectacular comprar usando esta tecnología. Seguro que será un función indispensable en los smartphones del futuro, pero sin perder de vista las limitaciones de una pantalla de móvil a la hora de proyectar esa realidad.

En el caso de la Realidad Virtual, la tendencia es crear gafas autónomas o asociadas a hardware potente como un PC o una consola. Es obvio (aunque quisieron hacernos creer lo contrario) que un móvil no tiene potencia suficiente para la Realidad Virtual.

BDT

Pero a medida que los smartphones del futuro sean cada vez más potentes, es probable que la realidad virtual vuelva otra vez a los móviles, con un mínimo de calidad gráfica suficiente para creérnosla.

Una mirada al futuro

Hemos visto tecnologías que, con toda seguridad, estarán en los smartphones de los próximos dos o tres años. Pero, ¿cómo serán los móviles de dentro de 10 años? ¿Y de 50? Es una pregunta complicada porque es posible para entonces, los smartphones ya no existan.

Vamos a jugar a especular, sin muchas esperanzas de acertar, porque el futuro es impredecidible cuando se habla de tecnología.

Móviles en nuestro cuerpo

Ya hemos visto intentos de sustituir el smartphone (o al menos algunas de sus funciones) por dispositivos como los smartwatches o las pulseras de actividad.

A medida que el hardware se miniaturiza, veremos más intentos de integrar el móvil en nuestro cuerpo, para que no tengamos que llevarlo en la mano. En las gafas, en las lentillas, en la propia ropa... Incluso no es descabellado pensar que las funciones del móvil se podrán implantar en un chip instalado bajo nuestra piel.

Queda por resolver el problema de la pantalla. Pero como hemos visto, las pantalla flexibles como el papel pueden colocarse en la ropa, o se puede integrar una pantalla en una lentilla. Aunque los smartphones del futuro quizá opten por las pantallas holográficas.

Hologramas y control por voz

Ya existen hologramas con funciones táctiles, y es una de las tecnologías que posiblemente usarán los móviles dentro de unos años:

La opción de expandir una pantalla física o de eliminarla por completo, sustituyéndola por un proyector en miniatura situado en un reloj, o en el puño de la camisa, no es una utopía.

Incluso existen conceptos como este teléfono diseñado por Philippe Starck y Thompson, creado con una aleación de aluminio que se adapta a la mano y se autorrepara. No tiene pantalla ni teclado, porque proyecta una pantalla holográfica y se controla por la voz:

Móviles autorreparables

Ya existen protectores de pantalla y otros materiales que se autorreparan. O al menos, minimizan los daños. Los materiales autorreparables mejoran año a año, y no es difícil predecir smartphones del futuro con pantallas y carcasas autorreparables, que se recuperen de arañazos y pequeños golpes. Motorola y LG ya han patentado tecnologías que hacen justamente eso.

Control con la mente

La mayoría de las limitaciones de los smartphones actuales tiene que ver con el método de entrada de datos . Los teclados virtuales son lentos, aburridos y fallan mucho, y los asistentes virtuales aún no reconocen todo el lenguaje, especialmente si no hablas en inglés.

Todo esto puede cambiar si los smartphones del futuro se controlan con la mente. No es una idea tan loca. Ya existe varios juguetes que se pueden controlar con la mente. En un tono más serio, el MIT y otras investigaciones experimentan con prótesis humanas y robots que se manejan con la mente:

No es difícil imaginar un chip insertado en nuestra piel que manejamos con la mente para tareas sencillas como leer notificaciones, en una pantalla holográfica que se podría proyectar en la ropa, en la pared o en nuestra mano.

¿Ciencia-ficción, o ciencia futura?

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